Créditos: Carlos Gordillo
Créditos: Carlos Gordillo

VIEJOS DE CORPUS

Xita Corpus!!

(Viejo Cuerpo o Cuerpo Viejo)

Hablar de esta festividad es redundar en el tiempo, espacio y en la cosmovisión que ésta contiene, hoy en día se celebra después de los 60 días del domingo de resurrección y data de antes de la conquista, cuya celebración era en honor a Tláloc, Dios del Agua a quien a través de la danza y sacrificios se le solicitaba la lluvia para mojar la tierra seca sembrada de maíz.

Durante la época colonial los frailes misioneros evangelizan a los indígenas otomíes, mazahuas y naturales, transformando esta celebración, la cual retoma su mayor auge en la época de las haciendas, en el tiempo de la llegada de las imágenes religiosas a las capillas y parroquias que provenían de Sevilla y Zamora, España.

La iglesia católica instituye la Fiesta Eucarística del “Corpus Christi” fecha utilizada por los hacendados para descansar, siendo el único día en que los peones y su familia comían carne, el hacendado les ofrecía un becerro el cual era toreado al estilo de las fiestas bravas españolas, los jubilosos por el pulque, aguardiente, charape y sendecho, bebidas ceremoniales, con sus familias utilizaban ropas alusivas ridiculizando a la persona del hacendado o capataz, utilizando la máscara para no ser descubierto, visitaban la tienda de raya de las diferentes haciendas y jacales donde recibían por única ocasión comida, bebidas, telas y demás regalos.

Hoy en día la tradición continúa, los hombres de barrios y comunidades se visten con indumentarias naturales de acuerdo a su actividad, en su mayoría utilizan la vestimenta de manta o realizan sus ropas de costales de lazo de ixtle así como su cabello y barba; sus caras son cubiertas con máscaras de madera, penca de nopal, de tronco de maguey o palma; sin olvidar los tradicionales y enormes sombreros de vara, palma, cartón y carrizo, comprados o realizados por las personas mismas que los portan y danzan para atraer las nubes de la lluvia.

 

Bernardo Bello.